Días tristes:
Días oscuros y tristes
dentro de los hogares,
negras noticias retumban
miedos y silencios estallan.
Ya no hay prisas
ojos llorosos
que añoran abrazos
ecos de risas.
Fuera, un sol radiante
desde la ventana veo
calles calladas
coches estáticos.
Y el cielo azul, intenso
sin surcos blancos
de aviones que
supongo, ya parados.
Sólo el cantar alegre
de pájaros
que reconquistan
sus espacios.
Y, más allá, playas solitarias
de transparentes aguas
y, verdes praderas
de flores plagadas.
Por fin la naturaleza descansa
del ataque de los humanos
barcas amarradas,
delfines en los puertos.
Nada será lo mismo,
pero habremos aprendido
a distinguir lo importante,
el tesoro de una sonrisa,
los momentos en familia,
de el valor de la vida.
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